Los primeros trenes impulsados por hidrógeno se pusieron en práctica en Alemania para el transporte de pasajeros entre pequeñas ciudades, y para el año 2022 en ese país comenzarán a utilizarse de manera masiva. El tren de hidrógeno, diseñado en Francia, tiene una autonomía de 1.000 kilómetros y elimina las emisiones contaminantes derivadas de la propulsión por los combustibles tradicionales.